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31 de agosto de 2022La energía doméstica que consume una persona promedio en Colombia en casi el 70 por ciento de los casos es limpia, renovable y no produce emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La electricidad que, por ejemplo, requerirá un computador para estar encendido mientras un lector consume este artículo, muy seguramente provendrá de una central hidroeléctrica donde la fuerza del cauce de un río mueve una turbina para crear este tipo de energía.
Según datos de la Asociación Colombiana de Energía Eléctrica, la matriz de generación eléctrica del país es la sexta más limpia del mundo, el 68 por ciento de la capacidad instalada es de fuentes renovables, pues es producida a partir de hidroeléctricas. No es allí donde está el problema de la contaminación por generación de energías en el país.
Es en los sectores de transporte e industria donde la energía producida a partir de combustibles fósiles genera GEI y donde surgen los retos para disminuir las emisiones del país. Colombia se comprometió a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 51 por ciento al 2030, con la meta de ser totalmente neutral en el 2050.
En ese objetivo, la transición a energías más limpias en los sectores contaminantes y la diversificación de la matriz energética del país serán esenciales, explica la doctora Martha Cobo, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana.
Cobo señala que los dos grandes retos en temas energéticos son: hacer más limpios la producción industrial y el transporte, los dos grandes sectores contaminantes a partir de consumo de energías en el país, y diversificar la matriz energética, pues a futuro el consumo de energías eléctricas incrementará, pero las hidroeléctricas no tendrán la capacidad para satisfacer la demanda.
s allí donde entran las opciones limpias como la energía eólica, solar, a partir de hidrógeno y hasta nuclear, que se están considerando en el Plan Energético Nacional (PEN), un documento que marca la hoja de ruta energética del país entre 2020 y 2050, desarrollado por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), entidad estatal a cargo de proyectar el desarrollo futuro que deberá acometer el país para satisfacer una demanda de energéticos que es creciente.
“No tenemos capacidad de crecimiento con las hidroeléctricas. Es una energía verde, es cierto; no tienen huella de carbono, es renovable, pero tiene otros problemas ambientales que ya los vimos en el caso de Hidroituango. El impacto de Hidroituango fue tan grande que ya estas generadoras eléctricas como EPM están conscientes de que no va a haber un proyecto de este calibre en el país a futuro. Es una fuente que no tiene carbono, pero que va a quedar congelada en su capacidad a futuro”, agregó la experta con doctorado en Ingeniería de la Universidad de Antioquia.
Básicamente, lo que debe hacer el país, añade Cobo, es cambiar su sector transporte, reemplazando los vehículos que utilizan combustibles fósiles y que, por ende, producen gases contaminantes por vehículos de propulsión eléctrica, al tiempo que moderniza y electrifica su industria.
Eso, que suena como algo muy simple, no lo es. Porque hoy el país no estaría en capacidad de abastecer la demanda de energía eléctrica que requerirían dichas decisiones. Por eso, la segunda acción vital es incrementar la producción de energía eléctrica a partir de fuentes sostenibles, lo que implica grandes retos.
Tomado de: eltiempo.com